¿Como no caer en la tentación de escribir mi post de hoy sobre Halloween? Imposible, eso si, vamos a intentar darle un cariz distinto, para que no sea lo de siempre.
Para empezar, y tras ver como en Facebook y otras redes sociales endemonian esta fiesta como algo propio de Estados Unidos, explicar que eso no es así. La fiesta es originaria del samhain de los celtas, cuya costumbre era, cada 31 de octubre, hacer sacrificios, ritos y ofrecer alimentos a los espíritus que, según la tradición, despertaban e incordiaban a los vivos. La Iglesia Católica, en la época romana, quiso dar un cariz distinto a la fiesta y la bautizo como “Día de todos los Santos”; la palabra Halloween, viene pues de All Hallow’s Eve que significa “víspera de todos los santos”. Si quieres saber más sobre esta fiesta, pincha aquí y sabrás más sobre el origen.
Pero este no es el tema de hoy. Buscando algo curioso sobre la fiesta me he encontrado un simpático caso de robo de copyright de nuestros queridos chinos, que ya, debido a sus abundantes bazares, tiendas de ropa, chucherías y demás, casi forman parte del panorama español (todo sabemos como nuestro querido Zapatero, sin entrar en cuestiones políticas, vendió bonos de deuda a China a cambio de que ellos entraran a mansalva con su industria, restaurantes, etc sin barreras ningunas).