Etiquetas

, ,

Como ya os comenté la semana pasada, quería mostraros algunos trabajos de fotografía que he ido haciendo a lo largo de los años. Cuando uno se dedica a este mundo, se tiene que adaptar a lo que se tiene y saber sacar lo mejor de el o la modelo bajo cualquier circunstancia. ¿A qué me quiero referir? No tengo un estudio donde poder traer a mis modelos, con la luz perfecta que te viene de los focos y con todos los fondos del mundo para recrear mundos paralelos en los que hacer soñar a la persona que se pone frente a mi. Tengo que llevármelos a exteriores, lejos de la ajetreada ciudad de Málaga, donde en cualquier rincón hay unos ojos que te están observando y donde el entorno sea suficientemente ensoñador como para poder recrear los más bello de mi modelo.

Bajo estas circunstancias nos encontrábamos a Ana, la chica de la semana, que necesitaba un book donde salir bonita, en pleno Julio, con el terral malagueño que, para quien los desconozca, son temporales de aire ardiente proveniente del Sáhara que hacen que la temperatura de la ciudad ascienda hasta los 44ºC y, por supuesto, sin un sitio fresquito donde ir y conseguir los juegos de luces y sombras que nos dan a los profesionales unos focos. Pero en esta ocasión tenía un viejo contacto que era un alto cargo en Tivoli World, un parque de atracciones familiar situado en Benalmádena, que podríamos usar hasta su apertura, que era las 1 de la tarde. Así que empezamos la sesión fotográfica a las 8:30 de la mañana junto a Noemí, su hermana, que es peluquera y maquiladora profesional. Decir que de este trabajo hace ya un par de años, siendo uno de mis primeros books y aunque el estilo ha evolucionado mucho, no se puede negar que ella sale muy bella. Además Ana es una persona muy polifacética y con varios registros, es normal, trabaja como reportera en Andalucía Directo y ya está acostumbrada a los objetivos de las cámaras; que salga bonita no es solo una cuestión del fotógrafo, tengo que decir que los registros  son fundamentales para conseguir la variedad fotográfica que solo una experta o experto pueden tener.

Ni que decir tiene como nos lo pasamos; el calor sofocante del día, los problemas del tiempo limitado que teníamos y el cansancio que lleva 3 horas de sesión fotográfica no mermaron las ganas de Ana de salir guapa.

Ponerse delante de una cámara no es fácil, yo mismo lo intenté una vez como modelo de ropa interior y no quiero ni acordarme de los pésimos resultados obtenidos; no olvidaré las palabras del fotógrafo y  la situación: agosto en Sevilla, en un plató interior, tres chicos más y yo encima de un palé de madera y el profesional, en este caso: «Siente que te comes el mundo, siente que te comes la cámara» 🙂 ¿Te puedes imaginar la sensación? Es muy difícil sentir que te comes la cámara en paños menores, encima de un trozo de madera y rapidito porque los otros modelos tenían que posar también. Acojonante vaya!!!